El Carnaval de Cajamarca
El Carnaval de Cajamarca es
una de las festividades más grandes que se celebra en el Perú, por la que esta
región fue llamada por Ley del Congreso de la República, la capital del
Carnaval Peruano.
Son características las ''coplas de carnaval'' y los disfraces
de abundante colorido. La música y la alegría son el tener de las festividades,
además de los juegos con agua y tinta. El color toma por asalto las calles. El
carnaval llega con su carga de alegría, festejo, música y originales disfraces.
Nadie se salva de un baldazo de agua, de los tintes y un buen trago de chicha
de jora.
Los barrios tradicionales de Cajamarca se organizan en
patrullas y comparsas integradas en su mayoría por jóvenes, quienes recorren la
ciudad bailando por zonas como Cumbemayo, La Merced, Dos de Mayo, San José y
Pueblo Nuevo.
El "Cilulo", "La Carolina",
"Cumbe-Cumbe" y "La Matarina" son algunas de las
composiciones tradicionales del carnaval de Cajamarca; además, es una tradición
bailar alrededor de la ''unsha'', que es un árbol adornado con regalos, en una
actividad similar a la yunza.
El carnaval cajamarquino se inicia con los “Pregones de
Fiesta de Barrios”, el “Matrimonio del Ño Carnavalón y Doña Carnavalona”, y los
bailes del “Clon Valiente” y del “Manantial del Amor”. Días previos al carnaval
se celebra la elección de la "Señorita Carnaval".
El Clon:
En las Patrullas y Comparsas siempre destaca el Clon,
personaje cubierto de un enorme sombrero en forma de cucurucho, ropas anchas y
llamativas y una careta hecha en base a alambre finamente tejido. Todos ellos,
seguidores de Ño Carnavalón, serán personajes habituales en las calles. Los
clones son quienes encabezan, junto a Ño Carnavalón un día sábado de febrero,
el gran corzo típico de los lunes.
Los Días del Carnaval:
Lunes,
día central: En este día, la Plaza de
Armas vive una fiesta con la participación de las patrullas y comparsas, que
desfilan y cantan ante un jurado calificador que designará a la mejor de ellas.
Asimismo, se elegirán al mejor disfraz de todo el certamen, el cual pasará a
formar una colección de los mejores trajes de carnavales a través de los años.
Un mínimo de 60 carros alegóricos desfilan por las
principales calles de la ciudad y la Plaza de Armas. Las reinas reciben el
aplauso y silbidos de admiración del público apostados en las calles.
Martes de Carnaval: Ocurre el
sentido deceso y velorio de Ño Carnavalón. Muchos salen vestidos de luto, y sus
"viudas" no se cansan de llorar sobre su ataúd colocado en el barrio
de Santa Apolonia. Mientras tanto, el pueblo "sufre" esta muerte con
alborozo, aderezada con cigarros, licor y un suculento caldo de cabeza que es
distribuido entre los concurrentes.
Miércoles: Se realiza
el entierro de Ño Carnavalón en los Baños del Inca. Ante todo el pueblo
cajamarquino, se lee el testamento de este personaje, dejando bienes a las
autoridades y personajes del lugar, lo que causa la hilaridad total entre los
presentes.
Después de leerse el testamento se procede a quemarse a
Ño Carnavalón entre el "llanto" desconsolado de sus viudas.